Incitar a la violencia y atraer atentados
Por Mónica Camarena Crespo
Los ataques de Andrés Manuel López Obrador en contra de periodistas y medios de comunicación se elevan cada día más. El principal riesgo es que pueden alentar a algunos individuos (fanáticos) a perpetrar agresiones físicas que puedan llegar a ser fatales.
No hay registro en la historia reciente de un presidente de México que a diario lanzará tantos ataques verbales directos en contra de periodistas, con la exposición que ello conlleva.
La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) advirtió que el presidente Andrés Manuel López Obrador incita a la violencia con sus sistemáticos ataques a los medios de comunicación. Medios internacionales también han dado cuenta de la actitud hostil en contra de la prensa en México desde Palacio Nacional.
CASO CIRO
El 15 de diciembre del 2022 se perpetró un atentado en contra del periodista Ciro Gómez Leyva, quién no murió después de varios balazos directos, gracias a que circulaba en una camioneta blindada. Hasta la fecha y a pesar de varias detenciones, no se sabe quién fue el autor intelectual del atentado y los motivos para llevarlo a cabo.
A pesar del desafortunado hecho, AMLO continúa con ataques verbales en contra del periodista Ciro Gómez Leyva y otros muchos más. Sin embargo, Gómez Leyva lanzó al presidente algunas interrogantes y un mensaje preocupante: “Después de sus andanadas ¿que sigue presidente? Ojalá en mi caso no signifique un segundo atentado”.
A últimas fechas el presidente ha endurecido sus ataques a la prensa, lo mismo exhibe presuntos convenios, sueldos o complots; expone a los comunicadores a quienes los deja en absoluta indefensión ante el crimen organizado que podría voltear los ojos para vengar a quién promueve los “abrazos y no los balazos”.
En forma sistemática el presidente López Obrador aprovecha sus conferencias de prensa matutinas, pagadas con recursos públicos, para estigmatizar a los medios de comunicación, a los que califica cotidianamente de amarillistas, corruptos, alarmistas, calumniosos y opositores.
El problema es que los ataques presidenciales van de la mano de feroces ataques de sus seguidores, de sus fanáticos, a quienes difícilmente podrá controlar cuando a alguién se le ocurra vengarlo de los periodistas a los que se denosta a diario. El peligro es inminente, un atentado no es descabellado con tanta ira en la narrativa diaria del hombre más poderoso.
@monicamarena
