Les apareció un dolor de muelas
Por Javier Solórzano Zinser
Enfrascados como ya estamos por el 2024 todos se han echado a andar, empezando por el inquilino de Palacio Nacional.
El Presidente, contradictoriamente, se va encima de Xóchitl Gálvez y al tiempo muestra encuestas en que asegura no tener por qué preocuparse, pues Morena por mucho está adelante en las encuestas.
Quien aspire a un cargo público estará como nunca antes en el centro de las miradas con todo lo que implica. Pensar que hay una estrategia en particular contra Xóchitl tiene sus variantes, si el candidato terminara por ser Santiago Creel viviría seguramente el mismo acecho.
Lo que sucede es que la hidalguense representa mucho de lo cual le es importante al Presidente. La búsqueda del descrédito tiene que ver con tratar de evidenciar que todo lo que dice, junto con su pasado es, en sus palabras, una farsa.
Los sistemáticos señalamientos de López Obrador tienen razón política y además no han sido comprobados, si no fuera así habrá que preguntarse por qué le pidió a Xóchitl que formara parte de su equipo hace algunos años.
El Presidente es particularmente cuidadoso en la integración del grupo de personas que lo rodean. Así como convoca a personajes cuestionados como Manuel Bartlett, lo cual suponemos tiene su razón de ser en el pensamiento del Presidente, hecho que pasa por la lealtad y conveniencias mutuas, la invitación a Xóchitl no fue casual.
No creemos que la estuviera invitando para ser parte del diseño económico de su gobierno, la buscó seguramente para ser parte de su proyecto social en el que, por lo menos al inicio del sexenio, tendría lógica que la hidalguense formara parte del círculo presidencial. Convocarla tenía que ver con el currículum y el pasado de la senadora.
Es difícil imaginar que muchos de los señalamientos a Xóchitl Gálvez, los cuales todo indica salieron del SAT y la discrecional UIF, no fueran del conocimiento del Presidente en ese momento. En particular la demanda de un delegado que tardó siete años en presentar acusaciones como presumimos una “colaboración a la causa” del inquilino de Palacio.
Por ahora las corcholatas están protegidas por el aparato de gobierno. No han estado exentas del fuego amigo y de los agarrones entre tribus. Sin embargo, llegado el momento en que Morena tenga a su representante, hoy le llaman defensor de la 4T, se presentará un cierre de filas impulsado desde el Ejecutivo, lo cual colocará al o la candidata cubierta por todos lados; la oposición hace lo mismo, pero lo llama de otra manera.
La protección y la cargada serán totales y la confrontación se presentará, los indicios apuntan a que un personaje como Xóchitl Gálvez terminará por ser un muy peliagudo adversario.
La Presidencia va a hacer todo lo que esté a su alcance para impulsar a la o al candidato. Estos días hemos visto desde la mañanera como se ha puesto énfasis en cifras que no dicen mucho, pero muestran caras distintas en algunas áreas que para la sociedad son particularmente importantes.
Si bien se han presentado disminuciones en algunos hechos de violencia, en general no se aprecia una percepción diferente. Todavía no estamos bajo una tendencia, estamos por ahora en tiempos comparativos en función de los meses pasados o en referencias a administraciones anteriores como forma de explicación, justificación y gobernabilidad.
El que expone se expone. Quien esté en la lucha por la Presidencia va a hacer una y otra vez señalado. Si es Xóchitl Gálvez más vale que la oposición le cobije. Ella sí puede representar un dolor de muelas, van a ir con todo contra ella.
RESQUICIOS.
“Me cuentan que seudointelectuales braman porque se desechen los libros de texto… No creo que alguien que se defina como académico desee una quema de libros. Pero si así fuera: ¡compañerxs, corran por sus libros prohibidos porque serán de colección!”: Marx Arriaga, titular de materiales educativos, SEP; así el debate en un tema clave en la formación de la sociedad.