Por Raúl Arias Lovillo
“Mentiras transparentes” es el título del último libro de nuestro destacado escritor Felipe Garrido. Y eso es precisamente lo que vivimos en México desde hace cinco años. Desde el poder se miente sin escrúpulos y sin ningún respeto para la ciudadanía. Al principio las mentiras no alcanzaban la transparencia que tienen ahora, el gobierno y sus seguidores se preocupaban, hasta cierto punto, de maquillarlas o de convertirlas en medias verdades. Hoy se miente con absoluta desfachatez y nadie se hace responsable de los errores y desaciertos en todos los ámbitos del gobierno.
La ciudadanía es despreciada completamente cuando exige aclaraciones sobre un tema, resultados de alguna política pública, cumplimiento de compromisos establecidos, etc. La respuesta siempre será “tengo otros datos”, el silencio, el cambio de conversación y recientemente las risas burlonas. No existe diálogo entre gobierno y ciudadanía.
En este contexto, llama la atención lo conseguido recientemente por la ciudadanía xalapeña, que logra que un Juez de Distrito de la ciudad capital instruyera la suspensión temporal de la construcción del paso vehicular -y la consecuente tala de árboles- en la avenida Lázaro Cárdenas frente a la Plaza Urban Center.
No vamos a discutir aquí si la construcción de este puente vehicular resolvía atinadamente el grave problema vial de Xalapa, tampoco vamos a valorar si la plantación de árboles en otras zonas de la ciudad compensan la tala de árboles realizada por la obra. Vamos a centrarnos, más bien, en destacar la eficacia de la protesta ciudadana.
Si bien es cierto que la lucha contra el derrumbe de árboles en Xalapa data de hace poco más de un año, hay que reconocer que la etapa reciente de esta protesta, “detengamos el daño a los árboles de la ciudad de Xalapa Veracruz”, estuvo marcada por el éxito. El activismo desplegado por la Asociación Pro Ambiente Xalapa logra reunir más de 21 mil firmas de ciudadanas y ciudadanos, de las cuales cerca de 8 mil 500 se obtienen en un solo día.
Observamos aquí un triunfo de la ciudadanía para revertir un acto autoritario de gobierno, como muchos otros que se han realizado a lo largo y ancho del país. Nunca el gobierno informó a detalle lo que haría con los árboles al emprender la construcción del paso vehicular, tampoco se atendieron las protestas ciudadanas cuando la obra estaba en marcha, incluso se quiso sorprender a todos cortando los árboles de noche y madrugada.
Xalapa tiene una destacada experiencia de movilización ciudadana desde hace algunos años atrás, pero hoy la protesta de la ciudadanía de la capital fue impulsada por el trabajo realizado en redes sociales. Tal como ocurrió en las dos movilizaciones organizadas para defender al INE. Cada vez más las redes sociales cumplen un papel fundamental en los procesos políticos locales.
Celebremos este triunfo ciudadano porque alienta nuestro futuro. Ya sabemos que si nos movilizamos vamos a seguir echando abajo decisiones autoritarias e incluso podremos revertirlas. Exijamos desde nuestra organización ciudadana que exista responsabilidad del gobierno para resolver errores y desaciertos. Vamos a citar solo un caso
“Mexicanos contra la corrupción y la impunidad” ha realizado una importante investigación sobre la adjudicación de contratos en el sector salud. De 61 mil contratos revisados en el primer semestre de 2023 de la administración pública federal, se encontró un abuso en las adjudicaciones directas: IMSS, ISSSTE e INSABI son las instituciones que tienen más contratos por adjudicación directa y donde el gobierno eligió quien iba a ser el proveedor. Las tres instituciones concentran más de 100 mil millones de pesos en procedimientos de excepción. Pero eso no es todo. Los contratos se han entregado a proveedores con irregularidades, por ejemplo empresas que apenas se han creado en este sexenio y que nunca han participado en licitaciones públicas e incluso otras empresas que están inhabilitadas por la propia Secretaría de la Función Pública. Toda esta información revela que la corrupción y las irregularidades en los procesos de contratación no solo no se han terminado, sino que han aumentado en el gobierno morenista frente a gobiernos anteriores.
Detrás de esta corrupción está, por supuesto, el desastre actual del sector salud de nuestro país. Antes de la llegada de Morena, México contaba con uno de los cuadros más amplios de vacunación gratuita de todo el mundo, hoy solamente tres de cada 10 menores de edad cuentan con un esquema completo de atención. Acabaron con el Seguro Popular y con el INSABI que significa que se perdieron cuatro años con un sistema que nunca funcionó y que tardará varios años el IMSS en resolver. Como consecuencia han caído casi en un 60 por ciento las consultas médicas. Además este gobierno desapareció el fondo destinado a atender las enfermedades más costosas, como el cáncer o la diabetes. Y, finalmente, se suma a esta tragedia la escasez de medicamentos. Lejos estamos, pues, de alcanzar los niveles del sistema de salud de Dinamarca, una de las mentiras transparentes más ominosas de este sexenio.