Quebradero

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Xóchitl, ¿con quién?

 

 

Por Javier Solórzano Zinser

 

 No solamente vamos a tener el proceso electoral con más cargos en disputa, vamos a tener también un largo proceso en tiempo, porque todos ya están echados a andar.

La política, para bien y para mal, va a ser el eje de nuestras vidas al menos durante un año y más. Como no hay acuerdos ni consensos seguiremos en los tiempos de la confrontación.

El Presidente por ningún motivo va a bajar la guardia y ante el estado de las cosas seguramente sus furibundos seguidores y la oposición se la pasarán en un toma y daca interminable. Lo que estamos viendo estos días es sólo el preámbulo de lo que se va a agudizar.

Es importante saber que lo que viene va a ser más confrontativo de lo que ya es. El ruido no va a venir únicamente de los actores directos, Vicente Fox es la prueba de ello, porque habla sin considerar la trascendencia de sus palabras y más cuando se trata de temas que rondan lo personal. Sus opiniones a menudo carecen de sentido.

Si Xóchitl Gálvez resulta la candidata del Frente Amplio va a tener que hacer un deslinde, el cual seguramente generará mucho ruido al interior de los partidos. Hay personajes en verdad impresentables a los que tiene que hacer a un lado, porque de no hacerlo la crítica incesante va a ser la misma que se ha tenido durante años, la cual si algo busca es desacreditar a través de la voz más poderosa del país que es la del Presidente.

Desarrollar una estrategia con personas que el voto hizo a un lado sería un grave error. Sería darle más elementos al Presidente para hacer ver que, efectivamente, se quiere regresar a un pasado que ya no cabe en la gobernabilidad.

López Obrador se la ha pasado despotricando contra el pasado como si siguiera vigente, siendo que a lo largo de más de cuatro años su gobierno debió darle un giro a muchas cosas, las cuales siguen en el mismo lugar y en muchos sentidos con mayores problemas de los que ya teníamos.

La inseguridad sigue siendo el principal problema, hoy en lugar de atemperar los hechos de violencia, vamos viendo cómo crece la cifra sin que tengan sentido las explicaciones sobre la efectividad de la estrategia en la materia.

Lo cierto es que el discurso sobre el pasado sigue siendo rentable, porque más allá de que al Presidente le permite tener un discurso ante el imaginario colectivo como si las cosas fueran únicamente en blanco y negro, también le abre espacio para dirigir sus críticas a personajes a los cuales coloca en el centro ante sus furibundos seguidores.

Xóchitl Gálvez tendrá que pensar cómo enfrentar lo que se le puede venir, porque si ahora la traen en la mira, al momento de escoger su equipo las críticas pueden intensificarse cuando se conozca quiénes son.

En lo general, la clase política mexicana no ha tenido la capacidad de reinventarse. No es solamente un problema de la oposición, parte del equipo que conforma el gobierno está lleno de vestigios de ese pasado, los cuales hace pocos años se vestían de un color y ahora se sienten santificados.

Va a ser difícil el camino para Xóchitl con las dirigencias que actualmente encabezan PRI, PAN y lo que queda del PRD. Si bien un largo proceso como el que ya estamos viviendo le puede traer ciertos beneficios a la hidalguense, también es cierto que con todo el aparato en contra de ella puede acabar por vivir una pesadilla interminable.

Xóchitl no pareciera tener mucho de dónde escoger. Lo peor que le puede pasar es que quienes pudieran al final lanzar su candidatura, sean al mismo tiempo quienes le impiden capacidad de maniobra.

Para competir en serio tendrá que escoger muy bien a quienes la van a rodear.

RESQUICIOS.

Estela de Carlotto es un personaje entrañable. Su lucha por las madres argentinas ha sido al tiempo solidaria y trascendente. No hay manera de no rendirle reconocimiento y admiración. Lo que pasa es que al verla en la mañanera no dejamos de pensar en las madres buscadoras mexicanas a las cuales ni siquiera se les voltea a ver.