La oposición corre por su vida
Por Javier Solórzano Zinser
La oposición no ha alcanzado a organizarse no hay manera de hablar mucho de ella. Todo lo que sucede en su entorno pasa por las contradicciones y el enigma. Sigue quedando la impresión de que no han llevado a cabo un proceso serio de reflexión respecto al tsunami del 2018, la autocrítica ha quedado en los lugares comunes y tratan de revertirla con críticas hacia el gobierno, repitamos lo obvio: el Presidente los va llevando de la mano en cuanto a la agenda y su forma de actuar.
A la oposición le da por hacer cuentas alegres respecto a la elección del 2021 y también, de manera muy singular le ha dado por dar diversas lecturas a las elecciones del Edomex y Coahuila. Ciertamente, el país se ha ido dividiendo en dos, pero esta división no lleva a partes iguales. A Morena y al Presidente les alcanza para poder ganar procesos electorales, sin que por ello el 2024 vaya a ser un día de campo.
Insistamos en que no habrá una elección ni en el corto ni mediano plazo como la de 2018. Se conjuntaron muchos factores siendo uno de los más importantes el deterioro de la oposición que gobernó a lo largo de varios años de manera cuestionable teniendo como un eje lamentable, particularmente en la pasada administración, a la corrupción como elemento preponderante.
El problema para la oposición es que al no tener ese necesario proceso de autocrítica y pasársela criticando a la presente administración todo se diluye, porque vive de alguna manera esperando el error o que se caiga el Presidente, lo cual no va a pasar; está visto que, si se cae, se cae para arriba y ni quién se dé cuenta.
Mientras el Presidente tenga algo así como un halo protector lo coloca casi en terrenos de intocable, la corrupción en su sexenio se define como una anécdota o será la defensa de la causa. Tarde que temprano mucho de lo que vemos en este gobierno inevitablemente será motivo de escándalo.
No se sabe qué pueda pasar el próximo 26 de junio cuando se van a reunir PAN-PRI-PRD para establecer las reglas internas que definan las bases para seleccionar a la gran cantidad de candidatos y candidatas a cargos de elección popular. Tendrán que llegar a acuerdos en terrenos en donde todos se asumen que van mano y por ahora, en función del estado de las cosas, nadie tiene nada que presumir.
El PRI está resultando cada vez más incómodo para la alianza. Los cuestionamientos internos en el PAN por romperla tienen su razón de ser. Sin embargo, el blanquiazul está lejos de tener su mejor cara y porque si bien hay un sector de la clase media que todavía lo ve como una opción, el cual ha ido creciendo en su antilopezobradorismo, entre amplios sectores populares el partido ni se asoma.
Lo que es claro es que no se ve cómo el PRI pueda tener otra cara. En la medida en que se van desarrollando procesos electorales el tricolor se va diluyendo. Todas las acusaciones hacia el presidente del partido quedaron en la impresión de que al final le perdonaron la vida. Es probable que haya entrado en un toma y daca, lo cual le permitió que no lo tocaran, pero la ilegal difusión de los audios que dio a conocer la estridente gobernadora de Campeche se puede convertir en un problema tarde que temprano para Alito.
¿Qué pueden negociar los partidos de oposición cuando andan a la baja y tienen en el centro de su atención a López Obrador sin que se aprecie un proyecto de gobierno que enfrente a la actual gobernabilidad?
Plantearse esta pregunta y la importancia de pensar en un proyecto de país es lo que puede hacer que la oposición medio saque la cabeza.
RESQUICIOS.
EU lleva más tiempo del que creemos pasándonos por encima en futbol. Canadá cada vez juega mejor, a pesar de tener una liga no tan competitiva. Panamá nos trae de encargo desde hace tiempo. Estamos a nada, si no es que ya estamos en ser el cuarto lugar de la zona. Doña tele, la soberbia de algunos jugadores, el negocio y la sobrevaloración nos tienen ahí merito.