Por Ruby Soriano
Cuando el Presidente Andrés López Obrador arribó a la presidencia de México, colocó entre sus nuevas estrategias de democratización a las llamadas consultas populares.
Estos esquemas quedaron muy lejos de ser las herramientas que garanticen la democracia en la toma de decisiones donde se involucra la llamada “voluntad del pueblo” que, si bien acude a las urnas a emitir una opinión, la última palabra no se da en función de los votos, sino de la palabra presidencial.
Casi en el ocaso sexenal López-obradorista varios temas gubernamentales y políticos se han amparado en este esquema para hacer valer lo que históricamente hemos conocido como los tradicionales dedazos presidenciales.
Las recientes embestidas del gobierno del Presidente AMLO en contra de todo aquello que guarde autonomía, mantiene en alerta a un país totalmente resquebrajado por un fanatismo desbordado por la necedad de un mandatario que arremete contra opositores, con el afán de mantener como única, la opinión ni siquiera de su gobierno, sino su opinión y decisión puramente personales.
El poder judicial aguanta tras la embestida que mantienen los seguidores del mandatario, al igual que el INAI quienes siguen respirando a pesar de la asfixia de los ataques.
Es lamentable ver a un país dolosamente golpeado por los enfrentamientos y la persecución hacia poderes que tienen que mantenerse con un sano equilibrio en toda democracia.
En el poder legislativo, los senadores y diputados morenistas se han olvidado de la misión que les confirieron miles de ciudadanos a través de los votos.
Hoy la horda de “aparentes representantes del pueblo” responden a intereses de un solo hombre.
Descalifican y lanzan vituperios por lo que han considerado excesivas concesiones y privilegios de magistrados. Sin embargo, ninguno de ellos se atreve a cuestionar la corrupción que difícilmente se puede seguir ocultando y en la que se involucran a los familiares más cercanos al Presidente López Obrador.
Como soldados de un régimen, estos diputados y senadores se preparan para defenestrar a todos los que se atrevan a insinuar que AMLO carece de lógica y sobre todo, equilibrio emocional para ejercer una democracia que hoy se halla muy manoseada.
@rubysoriano @alquimiapoder