La capital no será un día de campo
Por Javier Solórzano Zinser
La elección por la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México no va a ser un día de campo. Desde 1997 la capital es gobernada por la izquierda, tiempo en que las y los capitalinos hemos visto, vivido y padecido matices de todo tipo en la gobernabilidad.
La capital se ha convertido en la identidad emblemática de la izquierda. Desde la CDMX se fortaleció y encontró un bastión para expandirse por el país. La ciudad de por sí tiende a convertirse en una caja de resonancia de lo que eventualmente puede pasar en el país y con el triunfo de la izquierda se expandió una influencia en muchos estados.
Quizá en la izquierda llegaron a creer y asumir que la capital sería sólo de ella. Suponemos que el 2021 les debió dar una sacudida y les hizo ver que en la ciudad ya no se puede ganar con cualquier candidato o candidata, ni con sólo el membrete del partido o apelando a López Obrador por más que sea la gran divisa del partido.
Son muchas las razones por las cuales las cosas han cambiado. La izquierda se desgastó y con ello en la gobernabilidad se abrieron huecos que fueron provocando una manifiesta molestia entre los ciudadanos. Les ganó la soberbia y supusieron que las elecciones del 2018 los llevarían a una vía intocable, rápida y segura para conservar el poder.
Las y los capitalinos nos movemos bajo otros referentes y por ello nuestra relación con lo que nos rodea, ni mejor ni peor, tiende a estar entre particularidades que motivan actitudes y reacciones muy propias de nuestro entorno y de nuestra visión de las cosas.
Que las encuestas marquen una ventaja a Morena para el 2024, después de vivir el proceso del 2021 y las marchas que se han presentado estos meses en la capital va estando claro que no hay garantía de triunfos con sólo participar.
Deberían estar pensando y contemplando el hecho de que si no hacen un autocrítico acuse de recibo profundo y analítico del 2021 existe la posibilidad real de que pierdan la Jefatura de Gobierno y que se lleven un susto más con las alcaldías y el Congreso local.
Si bien la Jefa de Gobierno mantiene niveles reconocidos de aceptación en la evaluación de las últimas semanas las y los capitalinos han sido críticos respecto a temas importantes y sensibles como son los innumerables incidentes o accidentes en el Metro, y el hecho de que se la pase en campaña.
A esto se suma que las alcaldías en manos de la oposición han venido haciendo en lo general bien su trabajo. Va quedando claro que la relación de estos gobiernos con el central es distante en tanto que no queda clara la percepción ciudadana integral en estas alcaldías respecto a estos escenarios, y en general la de los capitalinos sobre el estado de las cosas.
Morena debe tener un buen candidato o candidata si no, no va a ganar. No lo logrará sólo con el membrete, apelando a Claudia Sheinbaum o buscando a López Obrador que ya va a estar en la ceremonia del adiós.
La eventualidad de que la Jefa de Gobierno termine siendo candidata a la Presidencia va a mover aún más las piezas locales. Le evaluación que se haga de su gobierno va a ser seguramente más acuciosa que la que se haga del sexenio de López Obrador.
Al Presidente se le sigue viendo como un referente fundamental a pesar de que la evaluación en diversas áreas de su gobierno, algunas de ellas estratégicas, le sea desfavorable.
No está claro por ahora qué puede acabar pasando en la capital. Lo que sí ya se vislumbra es que si la oposición atina con un buen candidato o candidata Morena va a correr riesgos y tendrá ahora sí que hacerse terrenal en la capital del país.
RESQUICIOS
El caso de la ministra y la tesis plagiada no deja de emproblematizarse. El debate en el Comité de Ética de la UNAM ya provocó un amparo de la ministra el cual parece que pasa por querer adelantarse a lo que se le viene a través de un golpe de autoridad; sea lo que sea, se espera con expectativa y confianza la decisión del Comité.