Por Francisco Reséndiz
Un poderoso bloque de personajes con la hechura de René Bejarano -el político expuesto en televisión nacional recibiendo fajos de dinero y ligas-, se moviliza en todo el país para, a través guiños y acercamientos con empresarios locales, en busca de convertirse en contrapeso de las grandes centrales empresariales como el Consejo Mexicano de Negocios, el Consejo Coordinador Empresarial y COPARMEX y lograr influir en las definiciones hacia el 2024.
El pasado 18 de julio, este bloque que públicamente esta encabezado por Leticia Quezada, Anibal Guerra, Marco Maya y Edmundo Villa, se reunió con el senador César Cravioto para informarle que trabajarían en dos vertientes a favor de la candidatura presidencial de Claudia Sheinbaum y así dar continuidad al proyecto de la 4T.
Si bien en esa reunión, a la que tuvo acceso este columnista, se anunció el respaldo a Sheinbaum, también se reconoció que la jefa de Gobierno no es conocida en el centro y norte del país, que la consolidación del proyecto de la 4T tardará al menos tres sexenios más, que impulsarán a sus cuadros, con respaldo empresarial, para que ocupen alcaldías, diputaciones y senadurías y que es momento de terminar con los empresarios de siempre para “no tener obstáculos en el proyecto”.
¿Pase de charola?
El plan de este grupo, que en su mayoría creció a la sombra de René Bejarano, y que lleva como nombre Consorcio 4T México, busca “amalgamar” a un “ejército de operadores políticos” que de la mano de empresarios empujen la continuidad del proyecto económico, político y social de la 4T en la figura de Sheinbaum, aunque mantendrá su respaldo político a Marcelo Ebrard y Adán Augusto López pero saca de la ecuación e Ricardo Monreal.
El documento “Plan de Acción y Vinculación Empresarial de Consorcio 4T México”, obtenido por este espacio, detalla su ruta, primero hacia la elección del Estado de México en 2023 y después hacia la elección presidencial de 2024:
“- Labrar el camino para impulsar/respaldar a candidatos y candidatas a los cargos de elección popular en próximos proceso.
– Trabajar en conjunto con los municipios del Estado de México y las otras 31 entidades federativas apoyando los comités de defensa de la 4T, preparándonos para un proceso electoral exitoso.
– Generar un padrón de ciudadanos, empresas, asociaciones civiles, actores políticos y personajes públicos comprometidos y dispuestos a trabajar en este proyecto y otras causas positivas para el país”.
En síntesis, su plan de acción contempla tres ejes: armar un padrón de empresas que apoyen el movimiento, trabajar conjuntamente -con los grupos sociales y empresariales que hayan establecido alianzas- en proyectos que puedan ir de la mano “con el sector gubernamental”, y la estructura generada apoyará de manera logística, organizacional y con recurso humano a sus candidatos en campaña.
Mientras que avanzan en la estructura que de acuerdo con el Consorcio 4T cuenta con más de mil empresarios de todos los niveles en las 32 entidades, este grupo se reunió la noche del 18 de julio, en el Club 51 de Torre Mayor, con el senador César Cravioto quien escuchó el compromiso de este grupo de apoyar a Sheinbaum en la contienda presidencial de 2024.
Ese día, Quezada fue clara ante Cravioto y un centenar de empresarios: “La idea es que al final del día toda esta estructura se junte y se vaya con el que va a quedar (como candidato). Todo mundo cierra filas para sumar un gran ejército político, un gran ejército empresarial”.
Y ahí Aníbal Guerra lo reforzó al aclarar que es necesario “organizarnos como empresarios porque quienes están en el poder Ejecutivo y Legislativo necesitan del respaldo de los empresarios de la 4T. A partir del día de hoy vamos a comenzar una ruta nacional con empresarios y vamos apoyar lo que es la campaña de la doctora Claudia”.
Ese día “los “bejaranos” dejaron claro que era momento de sacar del juego a los empresarios que a nivel nacional, estatal o municipal obtienen contratos bajo presión y chantaje, que algunos se hacen llamar “hombres de negocios” y que solo “teorizan” cuando es más importante que los recursos lleguen a los de abajo, pero qué hay empresarios que simpatizan con el proyecto de la 4T y que se debe echar mano de ellos para fortalecer esta estructura.
La estructura paralela comienza a tomar forma… una fórmula ya probada en 2006, 2012 y 2018.
Estado de México, la apuesta del PRD
Las cosas en el Estado de México se calientan cada día más de cara al arranque del proceso electoral 2022-2023 para elegir al próximo gobernador de la entidad más poblada del país, con el mayor número de electores y que, pese a su propia lógica, los comicios mexiquenses siempre se convierten en el termómetro político previo a una elección presidencial.
El PRI, el PAN y el PRD aún no definen si habrá alianza o no, apenas estudian los escenarios ante una candidata o candidato de Morena que pudiera arrasar, las alianzas que puedan establecer con morenistas resentidos por su definición desde Palacio Nacional o eventuales desbandadas ante la posibilidad de la derrota.
Mientras que en el PRI hay al menos ocho aspirantes a su candidatura que han iniciado una guerra de spots, apariciones en medios y espectaculares, y en el PAN un alcalde busca presionar para, a través de su conocimiento en el electorado y posiciones estridentes, obtener la nominación, en el PRD un personaje se perfila para ser su candidato único.
Se trata de Omar Ortega Álvarez, líder de la bancada perredista en el Congreso mexiquense. Nos comentan que su trabajo legislativo ha sido efectivo en temas para proteger a personas en vulnerabilidad, atender el tema de secuestro de menores, en torno al tema del aborto, defensa de los derechos de las mujeres e impulsar acciones para proteger la salud mental.
Hoy, de acuerdo con encuestas internas del sol azteca, Ortega se perfila como claro candidato del partido al 2023 y ha recibido muestras de apoyo y visitas de los principales liderazgos de su partido como Jesús Zambrano, Ángel Ávila y Adriana Díaz, así como el senador Miguel Ángel Mancera, quien además de visitarlo, lo recibió en el Senado para hablar de gobiernos de coalición, un tema que, por cierto, ha impulsado Ortega desde hace al menos seis años.
Con esta carta, que tiene el apoyo de diversas tribus y que no es mal visto por sectores morenistas y priistas, el PRD se sentará a la mesa de negociación de la alianza de Va por el Estado de México.