El despropósito los alcanzó
Por Mónica Camarena Crespo
Ya son muchos los despropósitos en los que incurre el presidente Andrés Manuel López Obrador, de manera intencional (distractor) o por lo que pareciera algo similar a una “diarrea” verbal diaria que raya en la incongruencia y la falta de lógica en un Ejecutivo Federal.
Sin duda, uno de los despropósitos más inexplicables, fue la exhibición de un mensaje de Twitter de un supuesto científico en el cual ofendía de manera burda y vulgar (sin nombrarla directamente) a la esposa del presidente, Beatriz Gutiérrez a quién en este y otros “tuits” apodan “la zopilota”, como lo expresó directamente en red nacional, Andrés Manuel López Obrador.
En la historia política de México, no se recuerda a un presidente haciendo eco de las burlas y ofensas de su propia esposa; si la intención era exhibir el encono en redes de los adversarios, el efecto fue el contrario, como un boomerang que impactó directamente en la imagen de la NO primera dama.
Fue tal la dimensión de los ataques que se desataron en redes por los dichos del presidente, al hacer público un mensaje tan grosero y vulgar en contra de Beatriz Gutiérrez, que hasta los funcionarios de la 4T expresaron su solidaridad con la historiadora con el hashtag #BeatrizNoEstáSola,
El presidente López Obrador, el responsable de tal despropósito, el autor intelectual de dicho escándalo, no tuvo de otra y publicó un texto profesando su compromiso con el pueblo y su orgullo por Beatriz Gutiérrez Müller. El mensaje presidencial se acompaña de un video donde su esposa canta “Cuídame Tú”.
Todo lo anterior no tendría que haber pasado; el ring de la denostación en que se ha convertido “la mañanera” ya los alcanzó con tanto despropósito. Lo peor, es que sí al presidente incluso no le importa ofender a su esposa en sus conferencias de prensas diarias, que se puede esperar el resto de los mexicanos, ya ni hablar de los adversarios y conservadores.
@monicamarena